RETIRO ESPIRITUAL

    Durante los días 20 y 21 de septiembre de 2008, un importante grupo de hermanos se trasladaron al Santuario de la Virgen de Regla, en Chipiona, para participaron en el retiro espiritual que la Hermandad había organizado, que sería dirigido por Sergio Cies del Pino, amigo y gran colaborador en la formación cristiana de los hermanos que semanalmente asisten a la celebración de la Palabra de Dios en la Casa de Hermandad.

    El Santuario y sus instalaciones están ubicados en lo que fue un antiguo castillo, muy cerca de donde la tradición dice que se encontró la talla de la Virgen de Regla. Se cree que la primera procesión de la imagen tuvo lugar el 8 de septiembre de 1608, aunque el nombre de Regla viene de mucho antes. Entre los restos más antiguos que se conservan está el claustro, conocido como el Patio de los Plátanos, y una ventana geminada, en el muro que comunica el patio con la sala capitular. Este centro está regentado por monjes de la orden franciscana

    La llegada al Santuario se produjo a las 12,00 horas del sábado, para seguidamente tener el saludo de bienvenida y la monición ambiental dirigida por el Hermano Mayor y rezo de laúdes, uniéndonos así a la oración universal de la Iglesia.

    A continuación asistimos a una charla sobre el gran acontecimiento de los últimos 50 años de vida de la Hermandad, terminada la cual nos trasladamos al comedor para el almuerzo, junto con otros grupos que también realizaban su retito espiritual.

    Después de descansar un rato e intercambiar impresiones entre los asistentes, a las cuatro de la tarde reanudábamos las actividades con una oración, para a continuación reunirnos por grupos y trabajar sobre un cuestionario de preguntas, en relación con la historia de la salvación personal de cada uno.

    Tras un descanso, a las siete de la tarde celebramos un acto penitencial, simultaneado con el rezo del rosario. Después de la cena se puso en común el resultado del cuestionario, reflexionando sobre las vivencias que cada uno expuso

    Finalizó la jornada con la celebración de un lucernario en la Capilla, completamente apagada, solamente iluminada con las velitas que portaban los hermanos, creándose así un ambiente de recogimiento que facilitaba el encuentro personal con Cristo Resucitado. Magnífica experiencia, salpicada de momentos de emoción, que en muchos casos hicieron aflorar algunas lágrimas, porque era evidente la presencia del Señor entre nosotros. Seguidamente nos retiramos a nuestras habitaciones para descansar.

    La jornada del domingo comenzó muy temprano. Desayunamos y rezamos laúdes, para después realizar cada uno una meditación sobre la vida de algún Santo, para contemplar el ejemplo de personas que realmente han vivido un encuentro personal con Cristo y han sido consecuentes con ello.

    Tras la celebración de la Eucaristía dominical, con la que además nos despedíamos, se puso fin al retiro, manifestando todos los asistentes su deseo de que la experiencia se vuelva a repetir en sucesivos años, para que también otros hermanos puedan participar de la misma, todos dando gracias a Dios y a la Santísima Virgen del Rocío, que en esta ocasión fue de Regla.

 

 


Imagen de la Virgen de Regla